top of page
Buscar

De Flor Que Se Marchita a Flor Que Florece

Dedicado a Oliver S.


Soy el pétalo que se pliega hacia adentro,

con los bordes suaves, el color desvanecido—

el tiempo ha trazado sus líneas en mí

como las lentas manos del sol.


Y allí estás tú—

un capullo apenas despertando,

verde de promesa,

con el rostro vuelto hacia cada amanecer.


Anhelo inclinarme hacia ti,

pedirte que me abraces

bajo las últimas lluvias,

bajo los últimos vientos,

para que estos últimos días

sean un poco menos solitarios.


Pero el amor—

el verdadero amor—

no ata la mañana

al anochecer.


Si te retuviera aquí,

si dejara que mis raíces abrazaran las tuyas,

te robaría

tus largos días de verano—

la risa salvaje,

los caminos sin recorrer,

los años luminosos

que solo te pertenecen una vez.


Así que te ofrezco algo más raro:

no el peso de mi invierno,

sino el calor de mi sabiduría,

el mapa callado de mis cicatrices,

el recordatorio de que las tormentas

pueden sobrevivirse.


Déjame ser la lluvia

que te enseñe a beber hondo,

la tierra que te afirme

cuando se levanten los vientos,

el susurro que diga:

«Crece más de lo que yo jamás pude».


Este es mi regalo para ti—

un amor que no se guarda nada

ni toma a nadie como rehén.

Un amor que te libera,

aunque me cueste todo lo que soy.


Porque yo soy una flor que se marchita,

y tú—

tú eres una flor que florece.



 
 
 

Comentarios


Suscríbete a nuestro blog


Si deseas recibir un aviso cuando se publiquen nuevas historias,

o conocer las próximas actividades programadas:

Suscríbete a nuestro blog

bottom of page