top of page
Buscar

Está siendo complicado.

Actualizado: 22 sept

Sobrellevar este mes de agosto está siendo complicado.

Si alguien pudiera verme por un agujerito, me otorgaría por lo menos  " la medalla a la resiliencia".

Menos mal que mi Gon está en Hungría en su campamento de esgrima y yo ando por casa en bragas.

Me estoy metiendo en la ducha 4 veces al día y pocas me parecen.

Me contaron el pelo... demasiado para mi gusto pero da igual porque acaba en un moño bailarina que me acompaña día y noche.

Vamos a sacar algo positivo de este infierno. Estoy más delgada.

No es que hace 1 mes estuviera gorda, pero con tanto beber agua y comer poco la ropa, lo noto en el uniforme de trabajo, me queda más holgada.

Mi madre me dice que tengo que aprovechar los fines de semana para cocinar algo consistente y congelar tupper, pero solo enciendo la vitro para poner la cafetera y cocer huevos duros y date.

Hoy es sábado noche y yo, ya veis, escribiendo mi terapia de rigor.

Reservé una mesita en Vino Pasión, justo enfrente del aparato del aire acondicionado, pero como tienen que tener la puerta abierta para servir en la terraza, poco se nota.

Pero cualquier cosita mejora ese olor a madera barnizada que me golpea la nariz cuando llego a casa.

Cuando salgo a fumar a la calle, no corre ni una gota de aire. Es horroroso.

Le pido un cubito de hielo a una de las camareras y lo presiono en mi mano derecha... la esclerosis enseña su peor cara en verano...entumecimiento de las extremidades, desequilibrio y fatiga extrema. El frío del hielo relaja la mano...mejor ahora.

Me meto, otra vez.

Voy al baño. Necesito mojarme la nuca, las muñecas, el pelo... y pienso "otra noche que no voy a poder dormir".

En la mesa pegada a la barra hay un tipo que me saluda con un "Hola Eva".

Me extraña que sepa mi nombre. Solo le conozco de vista, como a tanta gente del pueblo. Le pregunto: ¿Y tú por qué sabes cómo me llamo?

-Te he visto muchas veces por aquí.

-Sí, vengo mucho pero no digo ponme una tarima: soy Eva...

-Por aquí nos conocemos todos.

Me mosqueé un poco, pero de camino al baño pensé que tendríamos conocidos en común.

Cuando volví a mi mesita acababa de llegar José Carlos, apodado "Tres Ojos" por una mancha enorme que tiene en la frente.

Ya estaba colocando su mesa de mezclar y demás miserias para empezar a torturarnos con su mierda de música disco... no me gusta nada... en cuanto bajen un poco las temperaturas, me vuelvo a casa.

Ya empieza Tres Ojos a pinchar...mal...

Es como volver a los años de Studio 54...

Un día recuerdo que le pedí que me pusiera a "Triana"... me contestó que yo tenía gustos muy raritos y que me fuera a mi casa y me pusiera Spotify... gilipollas -pensé-.

Bebía mi Tarima fresquito tan a gusto cuando se acercó el tipo de la mesa de la barra.

-Hola, verás... Estoy pegado al altavoz grande y la música está muy alta... ¿Estás sola? ¿Me puedo sentar aquí?

No me sonó a excusa pues es cierto que en su mesa y con el altavoz pegado te destrozaba los tímpanos y además pensé que era una oportunidad para salir de mi círculo de confort un poquito.

-Estoy sola, de momento. Le dije.

Parecía un tipo serio. Me daba confianza y se sentó enfrente de mí.

Él se llamaba Miguel Ángel.

Bebía un reserva crianza.

-Yo no puedo con los vinos tintos en verano.

No me gustan mucho los blancos, pero con este calor entran mejor y están fresquitos.

Era un tipo de unos cincuenta y muchos años. Pelo canoso, 1,80 de estatura y ni gordo ni flaco. Constitución normal.

Me hablaba de su único hijo y de su mujer.

En un momento dado le pregunté.

-Y, ¿a tu mujer no le gusta el vino?.

-Está en la playa con el chico.

Ahh, ¿Estás de Rodríguez?

-Más o menos. Nos vamos a separar.

-Vaya. Lo siento.

Sinceramente me sonó a 1° de hombre infiel.

-Llevamos 2 años muy malos, ¿sabes?...

2° de hombre infiel -pensé-.

-No creo que pudiera estar 2 años con una pareja si estuviéramos mal. Me parece una pérdida de tiempo, aparte de un autoengaño, la verdad.

Creo que no le gustó lo directo, franco y rotundo de mis respuestas...

Cuando llevaba ya unos cuantos riojas empezó a hacer preguntas del tipo, ¿tienes novio?... y qué coño le importará, pensé pues no le he dado ninguna señal de que pueda interesarme lo más mínimo.

-No, no tengo novio.

Eres muy bonita, agregó.

-Pues, muchas gracias, le contesté.

-Pero muy bonita, repitió.

 Ya era el momento de retirarme a casa.

Este tipo además estaba disfrutando de la música de Tres Ojos y conocía todas las canciones.

Me levanté para pedir la cuenta, pero Miguel Ángel insistió en que me invitaba él y que me acompañaba a casa.

-No es necesario. Vivo muy cerca. A la vuelta. No tardo nada.

No había manera de convencerle, por lo que bajamos la calle.

A escasos 50 metros de Vino Pasión se paró y me preguntó:

-¿Puedo besarte?

-No, le contesté y le dije que lo dejara ya.

-¿Te puedo tocar el culo?

Y no me dio tiempo a contestarte cuando ya me había agarrado el moflete derecho y me apretaba.

Le retiré de un empujón y le dije de qué iba.

-Vuelve a intentarlo y llamo a la policía...

Parece que esa frase sí que la entendió y se largó.

Yo salí corriendo hacia mi casa.

Cuando me senté en la cama me sentía sucia y pensaba en la mano de este cabrón agarrándome el culo. Me desnudé y me metí en la ducha.

Cuando me senté en el sofá pensé en la mujer de este tipo, pobre desgraciada.

Ojalá se separen de verdad porque para tener a semejante golfo de marido mejor estar sola.

 No creo que se le ocurra volver a los vinos, por la cuenta que le trae.

Sigue siendo complicado salir sola a tomar un vino, por ejemplo.

La mente enferma de algunos hombres piensa que una mujer que entra sola a tomar algo es porque quiere algo o busca algo... no hemos avanzado tanto.



 




 
 
 

Comentarios


Suscríbete a nuestro blog


Si deseas recibir un aviso cuando se publiquen nuevas historias,

o conocer las próximas actividades programadas:

Suscríbete a nuestro blog

bottom of page